La salud emocional y la prevención cardiovascular están ligadas
Estas semana se ha celebrado el día europeo de la prevención cardiovascular. En esta ocasión, vamos a ir más allá del listado común de acciones saludables que todos conocemos. Más allá de cuidar la alimentación, hacer ejercicio, vigilar el colesterol y gestionar la ansiedad. Vamos a dar un paso adelante en el tratamiento y prevención en cuanto a psicocardiología. Estudiados mediante un abordaje científico por parte de los cardiólogos Meyer Friedman y Ray Rosenmann en 1951. Reconocieron la asociación entre un patrón de conducta manifiesto y datos biofisiológicos relacionados con problemas cardiovasculares.
En 1981, National Institute for Heart, Lung and Blood, reunió un amplio grupo de especialistas en ciencias biomédicas y conductuales. Quienes aceptaron el Patrón de Conducta Tipo A (PCTA) como un factor de riesgo independiente para los trastornos coronarios. Con el mismo orden de magnitud que el riesgo asociado a cualquiera de los factores tradicionales, tales como: la presión sistólica, el consumo del tabaco o el nivel de colesterol en suero.
Existen investigaciones acerca de la enfermedad coronaria y su relación con el Patrón de Conducta Tipo A (PCTA). Por ejemplo, al definir que estas personas tienden a percibir como amenazantes una gran cantidad de estímulos ambientales, aumenta la respuesta adrenérgica frente al entorno diario. Esto sirve para definir un patrón de respuesta característico en estos individuos. Estas personalidades caracterizan a las personas que se manifiestan: exigentes, ansiosos, competitivos, y sobre todo, iracundos y hostiles.
Personalidad y corazón
La personalidad tipo D ha sido asociada a la enfermedad de las arterias coronarias, a la hipertensión y a la mortalidad. Se vincula a la depresión, a la alienación social y se caracteriza por la supresión crónica de las emociones negativas. Fisiológicamente, la hiperactivación de los ejes simpático-adrenomedular vienen dados por emociones cómo la ira y la hostilidad. Y, por el contrario, las emociones cómo la tristeza o el miedo afectan directamente al sistema inmune. Incluso los pacientes deprimidos presentan menor seguimiento del tratamiento que los que no lo están. Lo que implica que aumente el riesgo de recurrencia de infarto de miocardio.
El estrés es otra de las emociones implicadas en la vida cotidiana de las personas. Se ha comprobado que el estrés por vía simpática aumenta la frecuencia cardíaca. Y con ello, la necesidad de oxígeno del miocardio, en tanto que el incremento catecolamínico propio de la tensión emocional bloquea los procesos de oxigenación del corazón como consecuencia de las alteraciones hemodinámicas que provoca. Y que hace más drástico el déficit irrigatorio. La ansiedad es respuesta emocional que se expresa en los sistemas de respuestas cognitivo, fisiológico y conductual y que también está relacionada con trastornos cardíacos. Lo que llega a precipitar con frecuencia episodios isquémicos.
Además están los estudios de Annie Marquier, matemática e investigadora de la conciencia, que nos habla de la capacidad energética del corazón. Estos consideran que el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y que se ha observado que cambia en función del estado emocional.
Prevención emocional para nuestro corazón
Quizás, ha llegado el momento de considerar que en términos de prevención o bien de tratamiento, merece la pena dedicarle atención a nuestro corazón. También a los efectos que genera su cuidado. Con técnicas complementarias a la medicina convencional y que están generando buenos resultados y lo que es mejor, bienestar.
Hablar y sentir la “coherencia cardíaca”, técnica de respiración que permite controlar las aceleraciones y desaceleraciones del corazón. Se trata de inspirar y espirar de forma voluntaria lentamente para aumentar la amplitud de la frecuencia cardíaca. Acupuntura para equilibrar los niveles elevados de cortisol (hormona del stress). Queremos enseñarte, en nuestras sesiones de salud emocional junto con técnicas de PNL (programación neurolingüística) y mindfullness la gestión de esas emociones de ira, tristeza, hostilidad en tu día a día.
<<Escuchar a tu corazón>> no es una forma de hablar, hazlo físicamente, intencionalmente, céntrate en tu corazón a la hora de dar un abrazo, de mirar a los ojos, de afrontar tu vida. Estarás dándote una oportunidad hacia la salud plena.
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[…] de larga duración y de evolución lenta. Las principales son las enfermedades cardiovasculares (HTA, cardiopatías, dislipemia), cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes. Sin embargo, […]
[…] que vinculan la falta de sueño con obesidad, enfermedades metabólicas (como la diabetes tipo II), problemas cardíacos, desórdenes psiquiátricos y demencia. A pesar de la evidencia, estamos prestando poca atención a […]