Lavado de manos: la esencia de unos buenos cuidados

El lavado de las manos es fundamental para prevenir la transmisión de infecciones. En todo tipo de pacientes y para cualquier persona que esté en contacto con ellos. Tanto en sus cuidados como en cualquier momento y/o situación. Debemos de tener el hábito de lavarnos las manos con frecuencia. Nuestra salud y la de nuestro alrededor mejorará.

lavado de manos

Como decíamos, las manos son la principal vía de transmisión de gérmenes. Lo que puede ocasionar infecciones gastrointestinales, respiratorias y de contacto. A diario nuestras manos tocan numerosas superficies contaminadas con microbios (las puertas, llaves de la luz, móviles, transporte público…). Que podemos propagar tocándonos la nariz, boca y ojos así como manipulando alimentos o bebidas.

Cuándo es importante lavarse las manos

Algunos casos en los que es importante el lavado de manos previo son:

  • Antes de cocinar o manipular alimentos.
  • Antes de amamantar o de darle un biberón a un bebé.
  • Antes de comer.
  • Antes de tocar a un bebé, un niño pequeño, una persona mayor o un enfermo.
  • Después de ir al cuarto de baño o después de cambiar el pañal a un bebé.
  • Después de fumar.
  • Después de tocar basura.
  • Después de toser, estornudar o sonarse la nariz.
  • Tras el contacto con animales.
  • Tras el contacto con tierra.
  • Tras la manipulación de productos químicos para la limpieza.
  • Tras tocar superficies públicas.

En el caso de los niños, deben de lavarse las manos con frecuencia, ya que es habitual que se lleven las manos a la boca, nariz y ojos constantemente.

Cómo lavarse bien las manos

  1. Mojar las manos con agua limpia.
  2. Enjabonarlas y hacer espuma, asegurándonos de limpiar el dorso de las manos, entre los dedos y bajo las uñas.
  3. Restregar las manos durante 40-60 segundos. Para enseñar a nuestros hijos, podemos realizarlo mediante una canción que dure ese tiempo aproximadamente y de esta manera, que la canten mientras se estén frotando las manos.
  4. Aclarar las manos por completo con agua limpia.
  5. Secarse bien las manos. Con ellas húmedas las bacterias se transfieren con más facilidad. Utilizar para ello una toalla seca y renovarla con frecuencia.

En caso de no tener acceso agua y jabón, podremos utilizar un solución de base alcohólica frontando durante al menos 15 segundos o hasta que el producto se haya absorbido por completo.

Te dejamos con un vídeo explicativo sobre el lavado correcto de manos en niños y adultos. Así como una infografía de la OMS.


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