Anticoagulantes y antiagregantes, los fármacos que generan más dudas

Los fármacos anticoagulantes y antiagregantes son frecuentemente consumidos. El estrecho control al que están sometidos los anticoagulantes, hacen que sean uno de los tipos de tratamientos que más dudas generan. Además de los errores de consumo que se producen. Por ello, vamos a hacer un breve recorrido sobre qué son los fármacos anticoagulantes y antiagregantes y sus precauciones.

anticoagulantes

Anticoagulantes

Son fármacos que inhiben la vitamina K. Esta vitamina es imprescindible para que se desencadenen los procesos de coagulación. Se emplean para prevenir, a largo plazo, enfermedades de tromboembólicas. En la mayoría de estas enfermedades existe una mala circulación y una obstrucción de la sangre en las cavidades del corazón o en los vasos sanguíneos. Los fármacos más comunes son acenocumarol (Sintrom®) o warfarina.

Los controles de Sintrom® miden el INR de nuestra sangre. El IRN es el resultado de la división del tiempo de protombina del paciente entre el tiempo de protombina normal. El tiempo de protombina es una prueba de laboratorio en la que se mide el tiempo que tarda en coagularse la sangre.

El consumo de fármacos anticoagulantes no debe de modificar las actividades de la vida diaria. Aunque sí se deben dejar de practicar deportes de riesgo o de contacto. No se recomienda el consumo de antiinflamatorios no esteroideos debido a su actividad antiagregante.

Antiagregantes

Son fármacos indicados en pacientes con problemas cardiacos y neurológicos en situaciones agudas y/o crónicas. Este tratamiento no debe de suspenderse nunca a no ser que el médico lo indique. Sus controles no son tan estrictos como los de los fármacos anticoagulantes, pero sí son necesarias revisiones periódicas del estado de salud.

Sus riesgos son similares a los de los fármacos anticoagulantes. Se deben de prevenir las hemorragias y evitar actividades de riesgo o impacto. Así mismo no deben de consumirse antiinflamatorios no esteroideos sin expresa indicación de un profesional sanitario dado su actividad antiagregante.

Heparina

Son fármacos de uso parental que actúan inhibiendo la formación de coágulos. Existen dos tipos de heparinas: las de bajo peso molecular (HBPM) se administran por vía subcutánea cada 12/14h. El segundo tipo es la heparina no fraccionada (HNF), que se administra por vía intravenosa y requieren un control estricto de la dosis.

Para evitar dudas y complicaciones, cuente con su equipo de enfermería Proyecto Cuidar. El control de los pacientes que consumen este tipo de fármacos es fundamental para evitar posibles efectos adversos. Le aconsejaremos sobre temas tan importantes como la dieta, la seguridad en las actividades de la vida diaria, prevención de sobredosificaciones y gestión de los tratamientos pautados.


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